domingo, 4 de marzo de 2018

Respuesta a Void sobre la Ética y Moral en la comida

Tarde pero seguro. Vi el directo de Void sobre la dietética, qué es el tema que ha estado abordando en sus videos y que forma parte de su discurso. Void, cuyo nombre real es Daniel Padrón, tiene una filosofía en la que no sólo pone a la comida como experiencia, sino como un acto responsable e informado. 

Esto es, la elección de comida que nos alimente y que sea hecha de manera sustentable (este punto lo retomaré después). Void no se queda en el discurso de las transnacionales y los intereses del empresario que nos vende la comida, también pone énfasis en la responsabilidad de la elección del consumidor

Les presento mi resumen del video, en donde omito comentarios y soluciones de dudas del directo. 

Cierto es que los supuestos de Void son antropológicos y filosóficos: la idea de la violencia en la naturaleza; la idea de moderación; la idea del cuerpo como recurso único de supervivencia. Pero reconoce que carece de formación para abordar cuestiones complejas. La honestidad intelectual de Void es un buen motor para su divulgación 

En la primera parte del video, Void, dice que no hay alimento perfecto, eso es cierto, pero no por ello nos vamos a dejar llevar por modas o información de portales (como el elegir pizza para el desayuno en detrimento del cereal). Se trata de informarnos sobre lo que comemos, entender qué es adictivo, qué es benéfico y qué nos perjudica. Esto implica que la persona tiene que elegir sin engañarse. 

Aunado a esto, Void habla de la publicidad, el marketing, las ideas en torno a la comida y la filosofía que sigue la dietética; no es tan simple como comer cualquier cosa, sino que se nos puede manipular o bien, podemos autoengañarnos. Creer que necesitamos algo que no nos hace bien. O comer por determinadas creencias. 

Void parte de la tesis que las corporaciones que controlan la comida, pueden controlar fácilmente otros aspectos de la vida del individuo. Tyson, Bachoco o Kellogs dictaminan lo que se tiene qué comer o no. Incluso apoyan investigación científica a favor de ellos, o bien, tienen campañas u objetivos para que su producto tenga éxito. Tampoco es tan fácil dejar de lado a quienes estamos supeditados. 

Un buen punto que tocó Void es que las personas comen también por ansiedad, por aburrimiento o algún estrés, comen de una forma desordenada y a veces nociva para ellos. Lo cual no es un problema sencillo porque requiere confrontación y responsabilidad para alimentarse. Confrontación porque es un patrón que seguimos y responsabilidad porque necesitamos elegir una opción más saludable, una opción que nos haga bien, en vez de lo opuesto. 

En otro apartado, algo polémico, Void mencionó que la cultura, creencias y situación social, nos determina para elegir lo que comemos. No es una cuestión meramente de ideas, sino de prácticas como la domesticación y la misma curiosidad del hombre. Void da ejemplos como el canibalismo como tema tabú en la comida y la dudosa introducción del perro y gato como elementos de una dieta. 

Void aclaró que no sólo es supervivencia, también influyen los rituales, las celebraciones y el simbolismo que se da a los animales o el contexto alrededor de la comida. No es lo mismo comer en una celebración que por una limitación de recursos. 

Respuesta. 

Después del resumen del video, me complace encontrar este contenido: no sólo porque introduce buenas ideas en relación al tema de la comida, sino porque ilustra ideas filosóficas que acercan a las personas a una metodología filosófica. 

La ética en la comida tiene que ver con decisiones, las cuales se refieren a la capacidad de un individuo y también con su dignidad. Si algo hace mucho daño o atenta contra la dignidad de una persona, es cuestionable éticamente. 

La moral, tiene que ver con la costumbre y cambia con el tiempo y la historia. Tal vez podíamos comer ciertos alimentos porque era lo que había, pero después, con el tiempo, nos damos cuenta que no es lo más adecuado o lo mejor para nosotros. Juzgamos pues, acorde a lo que sabemos y creemos sobre lo que tenemos que hacer. 

La moral puede cambiar: lo que un día puede normalizarse, después puede ser condenado. Tal vez un día, comer animales será mal visto o se verán las deficiencias de esta dieta, pero pasar eso tenemos un camino de decisiones, de corporaciones, de comunidades que se comprometan a una alimentación suficiente, sana, barata y sustentable. 

Es polémico el tema de Void porque alcanza el relativismo ético: que es la creencia de que no hay principios éticos universales. Si bien es malo hacer sufrir a un animal, esto no aplica para todos los casos. Influye el significado, la cultura, las costumbres. 

Pero, a raíz de nueva información y nuevos argumentos, tenemos que decidir qué comemos, qué representa para nosotros el alimento (no sólo con nuestros padecimientos o pasiones), sino cambiar de perspectiva hacia la comida. El tener un principio ético es el pensar en nuestro bienestar, en nuestra dignidad. El alimento cumple la función de preservar la vida, pero, conviene preguntarse ¿a qué costo?

El hecho de vincular la dignidad, al menos en un sentido filosófico, es porque perseguimos un fin determinado. El ser humano tiene que ser un fin en si mismo, en vez de un medio para lograr fines. Los fines que perseguimos son la salud, el bienestar y la nutrición, por eso es tan importante los medios y las ideas en torno a ellos. 

No sólo es llenarse de alguna manera, es entender que tiene que haber algo para nosotros que nos ayude a rendir, a ser más sanos, a comer mejor. 

Por último, quisiera decir que Void tiene un principio ético para la alimentación, el cual es aristotélico: el término medio. No es bueno comer en exceso, porque implica que en un punto hemos errado; no implica, como particularmente creemos que es una solución a nuestros problemas.

Ahora el defecto (o, en términos alimenticios, deficiencia), también significa problemas y consecuencias a largo plazo, por lo que debemos vigilar (con profesionales e información), lo que comemos y hacemos para estar bien. Alimentarse es un asunto filosófico, al menos  cuando nos hacemos preguntas o analizamos lo que comemos.


Para finalizar, dejo el directo aquí: 



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