lunes, 21 de agosto de 2017

Decesos en agosto: Aldiss, Lewis, Rius

Me comentaron sobre el seguimiento de los decesos en el mes de agosto y de paso, me señalaron por no haber incluido a Eduardo del Río, Rius.

He aquí unas pequeñas semblanzas

Murió Brian Aldiss, el 19 de agosto. Es importante porque es uno de los padres de la ciencia ficción. Ahora que, su relato Los superjuguetes duran todo el verano, sirvió como base para el guión de inteligencia artificial. Una historia conmovedora porque plantea el dilema ético de una madre que tiene que decidir entre su hijo en coma y su "otro" hijo, aquel que se cuestiona sobre si es humano. Es filosofía, es ciencia y es literatura del más alto nivel. 

Ojalá sea verano eternamente, a donde sea que haya ido Aldiss. 

Murió Jerry Lewis, el 20 de agosto. Un cómico camaleónico, de gran nivel actoral y que se presta a las mejores referencias: 

- El episodio de los Jacovasaurios, de South Park, hay una referencia de que a los franceses les encantaba Jerry Lewis, en especial su encanto clumsy y las historias que eran, de cierto modo inocentes.

- Lewis apareció en un episodio de La Ley y el Orden (UVS), llamado Tío. En ese episodio, Lewis sale de un hombre indigente, el cual resulta tener un trastorno de bipolaridad y cometer un crimen contra uno de los tantos ofensores de la serie. Plantea un dilema sobre responsabilidad con respecto a las enfermedades mentales. 

Se llama Tío el episodio porque Lewis interpreta al tío de Munch (Richard Belzer) dentro de la trama de la serie. 

- Jerry Lewis es importante porque gracias a él tenemos al Profesor Frink, el científico taimado y algo loco de Los Simpsons. Hank Azaria, es quien da vida a este personaje. 

Cuando es el episodio de Homr (en donde descubren que Homer tiene un crayón en el cerebro), Frink le dice a un actor de doblaje que es una imitación descarada de Jerry Lewis, en especial cuando repite el parlamento: Oficial, ¡tenga cuidado con esa cosa! 

- Él fue el primer Profesor Chiflado, el remake (con bromas de gases y de gordos) fue hecho por Eddie Murphy. Sin ser purista de la comedia, yo prefiero al profesor de Lewis. 

Descansa en paz, Buddy Love. 

Y, pues a lo que nos compete... Eduardo del Río, Rius. 

Personas, que estudian filosofía, comunicaciones y carreras afines, me reclamaron que no dije nada sobre Rius. Y si lo dije, cuando inicié este blog de filosofía. 

Rius murió el 8 de agosto. No fui muy admiradora de sus ideas, pero si de su estilo, de su forma de divulgar y de sus personajes como Calzonzin o sus diablos. 

Rius fue de los primeros en hablar de los daños que ocasiona el gluten y los pasteles azucarados. (El pan y los otros males), de fomentar un ateísmo mediante el humor (Diabluras), hacer definiciones ácidas y de crítica (Pequeño Rius Ilustrado), el tratamiento mediante la dietética naturista (El yerberito ilustrado), la historia de la filosofía (Filosofía para Principiantes), entre otros (Compa Nicaragua, Los Agachados, Cuba Libre). 

Pero, a menudo es ignorado, como disminuido... reconozco que yo también lo hago de lado por sus ideas de izquierda e ideas sobre los dictadores de Suramérica. 

La gente que reconoce a Rius, pocas veces lo incluye o lo menciona en sus proyectos, como influencia o como parte de un estilo epistemológico de la divulgación. Él combinaba el seguimiento de una discusión y los supuestos con ilustraciones a lo Terry Giliam, sus mismos personajes o cartones. 

El de Rius era un estilo llamativo, de humor ácido, sencillo. Sus libros eran directos, pero, de cierta forma un poco panfletarios, que es en lo que derivan a veces los temas políticos en la divulgación. 

Ahora que, en la divulgación, la de nosotros los filósofos, ciertamente hay una irregularidad: así como tenemos a Jostein Gaardner, tenemos a Dennet o Russell, no siempre seguimos una línea o tenemos una tendencia; la divulgación argumentada es lo que se defiende de las tendencias que marca la ciencia y como que despreciamos a los que, como Rius, son considerados autores menores. 

Tenemos una idea poco clara que representa nuestra divulgación (en especial por la dificultad del concepto de filosofía) y además, no siempre vislumbramos los alcances de gente como Rius o los autores mexicanos en nuestro contexto. 

Gracias a Rius, tenemos a locutores como Olallo, video bloggers como Maldad Hernández, y si, como Chumel Torres, cuyo libro La historia de la República copia el estilo del fallecido monero. 

Sin más, yo procuré que se divulgara que Rius fue un divulgador, incluso de filosofía. Su influencia es innegable y fue incluso mucho más popular que otros caricaturistas políticos y humorísticos, pero también es cierto que es de los más ignorados. 

De las muchas personas que mueren día a día, es agradable pensar que alguna que otra alma dirá: Mira, ahí va Rius, ahí está Jerry Lewis, ahí está Brian Aldiss.  

miércoles, 16 de agosto de 2017

Charlottesville, Trump y el Narcisismo

Fue hasta que sufrí abuso narcisista que me di cuenta que el mundo lo era. Mi mundo se cerró y mi ánimo no pudo más. 

Seguía adelante, busqué estrategias, pero una parte de mí estuvo negada a la felicidad o la esperanza por un tiempo. Perdí el sentido. 

Las personas que deben encargarse de garantizar tu seguridad, son las que más daño te hacen. Los empleadores se guían por la simpatía, en vez de la empatía, te culpan, te humillan, te deshumanizan y no aceptan sus responsabilidades. 

Se burlan de tus creencias y desprecian lo que eres, quieren quebrarte el espíritu. 

¿Y todo eso es por...? Les diré: en el fondo tienen tanto odio, tantos traumas y prejuicios, tantas ideas equivocadas y confusas, tanto miedo a la soledad, tantos problemas por los que se sienten humillados. Quieren que el mundo sea como ellos y casi lo logran conmigo. 

Lo de Charlottesville era increíble, terrible. Y el documental de Vice News fue incluso peor de lo que esperaba: personas con una vibra espeluznante, enojados todo el tiempo, con una neurosis que pondría hasta al más estoico a prueba. 

Cuando trabajé en una tienda, no daba crédito a todo el odio que sentían las personas para las que trabajaba: lo dispuestas y enfocadas (todas mujeres) que estaban a destruirme, a insultarme y a desmoralizarme. Lo mucho que se despreciaban por ser mujeres y lo destructivas que eran. 

En el fondo, es porque un supuesto líder los avala: si el jefe o maestro les dice a otros que está bien acosar a un compañero, que este no tendrá consecuencias, es un insulto a la ley, a su autoridad, es una total falta de respeto. 

Si alguien cree que puede evadir sus responsabilidades, que tiene la razón haga lo que haga, no sólo creamos un criminal, creamos a una persona no puede vivir en sociedad y que jamás hará progreso alguno con sus actos o creencias. Y esa persona no sólo acabará con el supuesto enemigo: también acabará contigo, porque Tú lo permitiste y lo creaste. 

¿Cuándo nos volvimos tan ciegos a la responsabilidad? ¿Cuándo la libertad de opinión nos hizo apoyar la intolerancia? ¿Cuándo nos volvimos una sociedad en que la simpatía por el diablo eliminó a la empatía? 

Ellos, los narcisistas, creen que el abuso no sólo es justificable sino necesario, para acabar con lo que ellos consideran que es el enemigo: no importa si son hijos únicos, si se esfuerzan, si no les hacen nada: el chiste es odiar, el quid de la cosa es sentirse cómodo en el odio y que los otros los odien igual. Pues conmigo fallaron: no se merecen ni mi odio ni mi desprecio. 

Sólo se merecen que les tenga una profunda lástima: porque yo se lo que es odiar y se que deben estar cansados, se que deben estar perdidos y odiándose, porque, en el fondo, saben que no pueden acabar con otros como nosotros y saben que no pueden acabar con la humanidad, por mucho que se esfuercen por desmoralizar y eliminar a otros. 

Yo se que deben estar tristes, que en el fondo siempre han necesitado ayuda y que sus enfermedades mentales no han sido atendidas. No lo digo por descalificar, pero su depresión, su neurosis, su falta de habilidades sociales: les hacen daño a ustedes, por mucho que se esfuercen en dañarnos a nosotros. 

Finalmente: Los recordatorios que pretenden hacer a nuestra historia, sólo son una lectura, una parte de nosotros, una parte que no siempre importa porque la podemos superar, su abuso es una forma en la que fallamos, pero no somos nosotros. 

La lucha entre el bien y el mal está en todos nosotros: pero nosotros, las personas buenas, los que buscamos día a día hacer lo correcto, somos más fuertes, tal vez cada día seremos menos, pero tenemos una fuerza sobrehumana dentro, que nos permite que cada vez tengan menos razón sobre el mundo. 

Para un narcisista como Trump, Charlottesville es el principio del fin.