lunes, 25 de julio de 2016

Sobre estar estancado

Si tuviera que elegir una imagen para describir lo que es estar estancada, sería el cuento de Horacio Quiroga, A la deriva. Ciertamente, es así: inesperado, no sabes cómo pasó, sabes qué va a pasar, sabes que no hay salida y el sentimiento te invade, hasta el momento de la muerte. 

Y es algo así como morir, como si estuvieras muerto en vida: como que todo sigue pasando, todo se mueve, pero tu ya no puedes moverte, ya sólo esperas lo que pase. 

Así te sientes cuando no puedes tomar una decisión, todos te dicen que es obvia, pero también quieres otra cosa, tienes otras ideas, otras preocupaciones o bien no sientes que sea el momento apropiado, pero jamás lo será. 

Y te estancas más, de repente, te ves en un trabajo que no te gusta, atrapado por la rutina, con gente que no te respeta y que sólo quiere que se las pague. 

Por desgracia, cada vez falta poco... tienes que tomar una decisión, salirte de ahí. Te están chupando la vida. 

En parte podrías hacerlo, pero después no tendrás dinero. Y tienes que ver tantas cosas, hacer estos trabajos, plazos que se cumplen, ya tienes que entregar ese título. 

Y te quedas estancado... a la deriva, no puedes moverte: la víbora ha mordido, sólo esperas a recordar lo que estabas haciendo, antes de morir. Morir en donde no quieres, en donde no te gusta, morir mientras la corriente te está llevando. 

Cuando leí esa historia no podía sacarla de mi mente, no quería. Una vez la lectura es la vida, trasciende al libro, explica algo que está pasando. Me siento a la deriva, siento que el río me lleva, siento que estoy estancada... que no va a pasarme nada más. La víbora me ha mordido. 

Sin más, seguiré informando.