viernes, 22 de abril de 2016

Canciones con filosofía: My brain is like a sieve

Sucede que he roto con dos hombres, no, tres hombres al mismo tiempo. Y me siento espectacularmente bien. Como cuando comes en exceso y aun así bajas de peso. Así de ligera me siento.

Sin embargo… entra la melancolía por los lugares más insospechados. De repente extraño a uno, pero quiero llamar a otro… pero el otro también era una mala persona.

Pensé que después de una buena relación, me quedaría como en un estado de frigidez emocional (que si existe). Es curioso como al principio guardar un periodo de hibernación, pero luego recibes un estímulo y dices: It’s alive. Te sientes sola y desilusionada… pero a la vez tienes ganas de seguir amando, seguir en un ritual de citas y de conocer chicos, chance y uno es el indicado o el que te ayuda a pasar el tiempo

El otro día vi a un hombre muy atractivo (y no, no era Julián Lede), musculoso, durito, con su barba y todo… pero esperaba a su novia, porque no dejaba de checar su celular y de impacientarse. Creo que pude haberle hablado, pero si me cohibió algo.

Pero también pienso que importa que sea el indicado… que me trate bien, me quiera, me espere cuando salga del trabajo, quiera genuinamente estar conmigo, sea soltero, cuidadoso y ciertamente se interese en mi.

Pido demasiado, pero ¿qué no es así lo que queremos todo? ¿Acaso no basta una persona para cumplir estas demandas, pero a cambio le daremos lo mejor de nosotros? A mi me parece sensato lo que pido.

Y a veces los recuerdo, pero mi cerebro es un colador, a veces el fácil olvidar de todas las cosas malas que me hicieron. Todos me dijeron que me amaban, que estarían conmigo siempre, hacíamos un gran equipo en un mundo que moría… bueno no, pero me sentía muy bien con ellos. Lástima que creí que era amor.

No se si lo peor es saber que se está siendo presa de un engaño o en verdad desencantarse por la esperanza y por el tiempo que se perdió.

Aunque he disfrutado este tiempo sola, tratando de ponerme al corriente conmigo, haciendo cosas que quiero y me gustan (tía Andreoida paga, guiño)… honestamente, quisiera a alguien para abrazar, para consentir y para llamarle para preguntarle qué hace o si está viendo tele.

El guapo que esperaba a su novia, algún guapo de la escuela, Julián Lede, algún chico del trabajo… no lo se, cuando los veo creo que hay esperanza para mi.

Pienso correr el riesgo.