sábado, 31 de diciembre de 2016

2 Canciones con filosofía: Hel L. A.

Esta canción bien podría ser una canción para Halloween, para una buena fiesta o rave. Pero la pongo aquí porque se relaciona íntimamente con la canción anterior. 

Había perdido muchas cosas este año, entre familia, trabajo y escuela. Casi fue la tormenta perfecta, de no ser por ellos. 

Había pensado en que mis agresores, no sólo los actuales, sino los de toda la vida, tenían mucha razón sobre mi. Llegué a pensar que todo estaría mejor sin mi, y eso me daba aparente calma. 

Solía pensarlo hasta que me interesé en ellos. 

Titán, bien Emilio, Julián y Jay... estaba muy desmoralizada, estaba destrozada también. Y tenía un sentimiento de pesimismo y angustia que invadían mi mundo. 

Sólo algunas personas se dieron cuenta de mi tristeza... sólo a algunas personas les importó. 

Pero ellos me rescataron: cuando gané el meet and greet fue como si mi corazón se llenara de esperanza. Como si todo lo malo de mi vida no importase sólo por verlos a ellos. No puedo creer que hablé de filosofía con mi grupo favorito, que le dije a Julián que era incendiario y que comparto gustos musicales con Emilio Acevedo. No puedo creer que Jay me grabara cuando le hablé del rockstar como arquetipo. No lo puedo creer. 

Y cuando los vi en vivo, nunca creí que los volvería a encontrar. Creía, desde chica, que sólo eran corazón, pero ciertamente, son mucho más, mucho mucho más. 

Los vi a los tres, con Siobhan Fahey, Cassandra Church, Egyptian Lover, incluso Gary Numan, al que sólo veía que era Cars... esa experiencia ha sido de las mejores de mi vida. 

Los problemas, los pensamientos catastróficos, destructivos, pesimistas, terribles: se fueron. This are a few of my favourite things. 

Ciertamente recordé todo eso y lo malo se fue. Incluso mi soledad. 

Hace mucho tiempo que no me sentía así: tan feliz y tan realizada. Todo gracias a ellos tres y a esa gran canción. 

Dicen que las nostalgia no sólo es quedarse en el pasado, en ese lugar seguro en que nuestro corazón no conocía el miedo. Sino que es una nueva interpretación del futuro con aquello que conocemos del pasado. Lo se gracias a Wisecrack, un canal de filosofía y comedia. 

Ellos no sólo me enseñaron que su música es mejor cada vez, sino que hay una peligrosa esperanza de que todo cambie, de que todo sea mejor y que vuelvan en una forma u otra. Siempre se puede tener una lectura nueva de todo lo que se ha visto y leído. La filosofía siempre vendrá del Thauma. 

Y que cuando vuelvan, yo volveré a encontrarlos, con otra vida, otra forma de ser y más para sorprenderme. Sueño con escribir algo sobre ellos y para ellos. Sueño con que un día haré un análisis filosófico de Titán y la gente podrá leerlos en toda su gloria. 

Cuando salió Shiobhan, fue una visión espectral, fue como si todo en mi vida cobrara sentido para presenciar este momento. Yo sobreviví a todo, pude dejar atrás todo para escuchar esa gran canción. Hizo que todo valiera la pena. 

Además, dicha canción fue de lo mejor del 2016. Fue un performance increíble y un manejo de luces y de instrumentos que jamás había apreciado. Revaloré las cosas esa noche. De hecho ya no quise pensar en idioteces nunca más.

Sin más Philosofellas, yo se que vienen cosas peores, pero a veces basta un sólo momento, una sola elección para cambiarlo todo, a veces sólo es una cosa para que te haga reconsiderar. Así como son cosas malas, cuando es algo bueno, aunque sea sólo un momento, sirve para que las personas quieran cambiar. Mi revelación fue ese concierto en el Plaza, no me imagino algo más. 

La oscuridad cae sobre la tierra, gente putrefacta camina por las calles, la medianoche está cerca. Las criaturas se arrastran en busca de sangre y aterrorizan tu ciudad. Cualquiera que sea encontrado sin el alma lista para bailar deberá enfrentar la ira del infierno y se pudrirá en la eternidad. 

Yo me quedo con eso. 



2 Canciones con filosofía: My favourite things

Fue un mal año, ni dudarlo, pero hubo una cosa que alejó muchos de mis pensamientos malos o vengativos... y siempre eran mis cosas favoritas. Era algo sorprendente. 

Hace poco vi la película La Novicia Rebelde. Y fue una película mágica, algo sin igual, que nunca había visto en mi vida. María llega no sólo a dar consuelo a esos niños malcriados, sino a enamorarse y derretir el helado corazón del capitán. 

Y llega con su canto, su distracción, su impuntualidad y su frescura, a cuidar y salvar a una familia, a desarmarlos con su amabilidad. Los enseña a jugar, a reír otra vez. Y lo más importante, los enseña a tener esperanza. 

Cuando los niños tienen miedo, en esta escena memorable, ella los calma y les da una receta mágica, no obstante que no alienta el pensamiento mágico: es pensar en sus cosas favoritas. Y si funciona: ella lo hace funcionar. 

Vaya que he seguido este consejo en este año tan horrible: han visto que cuando me va mal escribo mucho más de lo que me gusta, escribo sobre lo que pasa y mis sentimientos y de cómo en alguna serie, canción, evento o película me ayudó a entenderlos y superarlos. 

Se que vienen cosas peores... que hay mucha envidia, que no se puede luchar contra un ambiente enfermo y que el enemigo está ahí para desmoralizarte, humillarte, hacerte dudar de lo que puedes ser y puedes tener. Pero eso puede revertirse, hay esperanza y hay forma de hacer frente: es saber quién es uno y pensar en sus cosas favoritas.

Cuando pensamos en algo que nos gusta nos sentimos renovados, sentimos que pertenecemos, que somos quienes tenemos que ser en ese momento y nos sentimos cómodos con nosotros. No tenemos que ser nadie más. 

Cierto día una persona que era hóstil conmigo me cuestionó sobre por qué no le hablaba y cómo es que no quería pertenecer con esa gente... pero no me malinterpreten, yo se a dónde pertenezco y se quién soy. Aunque muchas personas no me permitan ni existir. 

Cuando recuerdo las cosas que me gustan, mis cosas favoritas, siento que hay algo para mi, que no tengo que estar triste y que, aunque haya miles de cosas malas en el mundo, las cosas que quiero estarán ahí para mi. 

Titán, mis amigos, mis maestros, mis libros favoritos, Scott Fitzgerald, las ferias de libro, mis caricaturas y series favoritas, la bella Scarlett O'Hara, las películas de Bergman, de Fassbinder, los musicales de Sondheim y de Gershwin, incluso de Parker y Stone. El guapo Lede, Montgomery Clift, Father John Misty. Cada biblioteca que he visitado. Yo se quien soy y se que no quiero ser otra persona para que alguien me quiera. 

Incluso me di cuenta que a las personas les agradaba más si estaba enferma o grave, pero una vez que sanaba, solían ser unos imbéciles conmigo. Por lo que prefería mi salud a los hipócritas

Prefiero también mi humor, mis llegadas tarde, mis malos chistes y mi escritura con las entrañas. Incluso me observo mejor que cuando escribo con mi cerebro. Me gusta mi férrea racionalidad y mis cerrazones. Yo se que estas cerrazones se convertirán en aperturas y se que mis defectos se volverán una virtud y viceversa. Uno sólo lo sabe. Yo lo acepto. 

Y se que cuando un perro me quiera morder, cuando una abeja me ronde, cuando me sienta triste, de repente recordaré todas esas cosas y ya no me sentiré tan mal. 



viernes, 30 de diciembre de 2016

La mejor película de Navidad de la vida

Si algo detesto en Navidad son las películas de Navidad... eso y los mensajitos de esperanza, dizque honestidad, moralismo chato, ideales fofos y demás sinsentidos. A mi no me gustan las cosas que tienen ese mensaje que a fuerza te quieren meter por la garganta: quiero algo real y algo que no sea predecible. 

Un día, gracias a TV Unam, pude ver completa la mejor película de Navidad de la que pude haber tenido experiencia en mi maldita vida. Llegó a mi en forma de antihéroe, borracho, ladrón y pervertido. Mi ídolo Billy Bob Thornton es Bad Santa. 

Bad Santa es una gran película, no sólo es una película de asaltos, violencia infantil, sexo anal y asesinatos, sino que tiene un ingrediente que falta a todas esas películas tontas de navidad: Honestidad. 

Y no es el humor negro, ni el cinismo, ni lo oscuro de la trama. Ni siquiera es como se burla y destroza los lugares comunes de esas películas tan idiotas: es el hecho de que lo hace con integridad y es brutalmente honesta en cuanto a la cursilería se refiere. Porque no da consejos baratos ni cosas que se puedan olvidar en cuanto cambie la estación, no es de esas películas que son imposibles de realizar y que sólo son pornografía emocional. 

Bad Santa de la historia de un ladrón (Billy Bob Thornton) y su cómplice (el genial Tony Cox) que se alquilan como Santa Claus y elfo para robar la tienda ancla de un centro comercial. Los días del ladrón Willie, quien es capaz de abrir cajas fuertes, transcurren entre la bebida, el sexo con prostitutas, las peleas y pequeños trabajos, pero un día se encontrará con un niño al que bulean y es descuidado por su familia. 

A medida que lo visita en el centro comercial, el bandido comienza una amistad, que desembocará en enseñanzas para ambos y la revaloración de las personas a su alrededor. 

Vemos a un Thornton inmenso: con toda su personalidad problemática para ser un Santa mala onda, ojete y borracho, pero con sus momentos de humor, de compasión y de empatía con el chavito. Este Santa es el mejor de todos, porque se echa a Octavia Spencer como prostituta y a la madurita de las Gilmore Girls. 

Ciertamente, la película es risa tras risa, pero también se resuelve magistralmente, porque el Bad Santa entra en conciencia de lo que es importante y que la única forma de ayudarse es ayudando a alguien más. Alguien de quien no se espera la ayuda. 

Y es precisamente el mensaje al que quiero llegar: Bad Santa no es una película que promueva el pensamiento mágico, los mensajes para engaña tarados y que se olvidarán rápidamente. Además de que uno recuerda los chistes, hay una parte en donde se comprende que serán una nueva familia, que las personas malas en verdad pueden hacer mucho daño, que lo que pensamos sobre nosotros influye en las decisiones que tomamos en la vida. 

Hay una parte en donde el antihéroe Willie le escribe algo a su nuevo amigo, pero se lo escribe como padre, como mentor y como futuro guía, es el mejor consejo que he escuchado: No dejes que nadie te trate mal, ni siquiera tú mismo

Y eso es con lo que me quedo de la película: la honestidad y la sensibilidad con la que este hombre se ve a sí mismo y la sabiduría que puede compartirle a una persona que es frágil y necesita un poco de compasión. De alguna forma, son dos seres rotos, que necesitan compañía y cariño. Eso es precisamente de lo que se trata la Navidad: de estar y de hacer algo por otros, de ser honestos con nosotros y con las personas que nos rodean. 

Quisiera ser el Bad Santa para decirle a la gente eso tan valioso que me enseñó la película, pero la verdad, sólo puedo recomendarles que vean la película y desearles felices fiestas. 

Sin más Philosofellas, feliz Navidad. 

domingo, 25 de diciembre de 2016

Canciones con filosofía: Father Figure

El 2016 no para, honestamente no va a parar y pues ya mejor que me lleve a mí. 

Murió George Michael a los 53 años. Los más jóvenes pensarán que es el del grupo este que le gustaba a Deadpool y pues sólo existirá brevemente para ellos. Wham! Exclamarán algunos. 

Honestamente, me cagaba Wham!, en especial Wake me up before you go go, me cagó cuando la hicieron en Glee, cuando la coverean y cuando a huevo la ponen en Mix fm, me caga que sea una canción de rockola. La única vez que me reí cuando la escuché fue cuando la pusieron en Zoolander y los idiotas de los modelos se queman. Por eso me acuerdo de la canción. 

Pero George Michael, qué tamaño de hombre, honestamente jamás me fijé en su preferencia porque mis fantasías decían otra cosa, otro rockstar de los ochenta (al menos en apariencia), pero que no figuró en mis listas. 

Yo bailaba la de Faith, por un capítulo de la deliciosa serie Will and Grace, como la bailaba el guapísimo de Eric McCormack, ahí empezó la verdadera moda de los metrosexuales y de los homosexuales increíblemente atractivos. Había una verdadera libertad sexual. No como ahora que todo es políticamente correcto. 

Me encantaba Kissing a Fool, me despertaba mis primeras melancolías, poco después escuché Freedom, Fastlove, As (con Mary J. Blige) y el cover en vivo de Don't let the sun goes down on me con sir Elton John. George Michael era un artista completo, además de que estaba hecho a mano. Con él había un fenómeno de un modelo masculino para los homosexuales que tenían cierta virilidad y sensualidad para las mujeres. Ahora, esta tendencia es mucho más marcada a otros comportamientos, pero con George Michael era así. Lo veo como un moderno Freddie Mercury. 

No tengo mucho material para hablar de George Michael, porque me gustaba más en los noventa. Creo que en 2004, con su canción Amazing, fue una gran coronación como uno de los grandes ídolos pop. Y no sólo eso, marcó su regreso a la música con ideas frescas y nuevos ritmos. 

Pero, una canción en donde expreso mi vulnerabilidad... una que me pega y me llega, es el track número dos del disco Faith: Father Figure. Vaya, cuando me sentía desprotegida, sola y sin amor, era la canción que ponía y que me encantaba cantar. 

Ahora la oigo hoy, hay canciones de las que huyo, y ahora se mezcla con el anhelo y con mis obsesiones. Porque lo que quiero es un hombre que me proteja, que me ame hasta el fin de los tiempos, que me guíe. Dicen que una chica busca una especie de figura paterna, una figura fuerte masculina. 

Pero esta teoría encierra un peligroso anhelo: por una parte se idealiza a la figura paterna y por otra, más peligrosa aún, la chica puede aceptar como normal comportamientos desagradables y machistas, como la violencia o la humillación. 

Yo quiero una relación en donde la figura paterna me quiera bien, me cuide y me ayude a ser quien soy. Estoy harta de sentirme insegura y mal conmigo. Yo sólo quiero a alguien así. 

Descansa en paz, dulce Adonis, George Michael: un gran músico y una bella fantasía. 






sábado, 24 de diciembre de 2016

Un 2016 de buenas cosas

Aunque fue un año de mierda... hubo algo que mató a todas las cosas negativas y mierderas (por favor, lea esto como si gritara)


CONOCÍ A TITÁN, PERRAS. 

Con eso, valió quesadilla todo lo demás. Gané también el meet and greet que hicieron los de Vans, gané un disco autografiado por la Rolling Stone de México y además me firmaron un póster y tengo un gif con ellos. Compré la edición especial de Dama y el Elevator. Es mi cumpleaños o estoy muerta, pero valió la pena todo por ellos. 

Además de que: 

26. Fui a la exposición de Balenciaga. Y puedo decir que la moda es una industria de la precisión. 

25. Fui al concierto de Travis. Del cual canté a todo pulmón All i want to do is Rock. Los noventas mandan. 

24. Y de eventos fui al Festival de las Juventudes a ver a Silverio, María Daniela, Fobia, The Wookies y muchos más. 

23. Comí con un viejo amigo, un poco un crush y me ayudó con la pérdida de mi trabajo. Me hizo sentir mucho más feliz. 

21. Vi Zoolander 2. Y me encantó: Stiller no pierde el toque. Y Hansel está tan candente ahora. 

21. Vi a Beso Negro, Silverio y Dellarge juntos. Lo cual atesoraré en mi memoria. 

20. Estuve en dos alfombras rojas: una con Silverio y otra con Titán. Julián y Silverio se veían guapísimos y sexis. Son dos personas diferentes, sépanlo ya. 

19. Vi la nueva temporada de Black Mirror. Además de que me informé sobre el increíble filósofo Charlie Brooker. Y se que con toda mi rareza, mi antipatía y mis miedos: TENGO UNA ESPERANZA. Puedo superar eso y puedo salir adelante. 

18. Conocí las mejores series de televisión, que no sólo me hicieron reír, me hicieron pensar y analizar mi vida. Como si hubiera tomado clases con los mejores. Gracias Galifianakis, Waksberg, Oliver, Apatow, Moore, Pegg. Gracias.  

17. Vi Gone with the wind. Y me redescubrí como una Scarlett O'Hara. Soy una antiheroína, pero creo en la redención. Además de que vi THX, una película que explica mediante la distopia la caverna de Platón, sucede que es más la resistencia de una persona de salir de la caverna, que la salida de la caverna misma. No todo es tan malo cuando salimos de la caverna. No todo es lo peor. 

16. Aprendí un poco más sobre aquellos que se fueron. No sólo para hacer mejor las cosas, sino para no extrañarlos tanto: porque me di cuenta de que ellos vivirán a través de sus enseñanzas, en mi. 

15. Tuve tiempo para pensar en mí, en lo que quería hacer: mi corazón está con la filosofía... y con Titán. La primera porque nunca me abandonó, los segundos: porque siempre estarán en mi pensamiento, en mi corazón y porque son los rockstars vivos más importantes y brillantes que conozco.

Si, sé que es una obsesión poco sana. Que pienso más en Julián que en mi propia familia o en mi persona y que prácticamente todo lo que haga él tiene la garantía de ser perfecto. Pero a él y a sus proyectos le debo el no haber caído en el abismo del odio, de lo terrible del mundo y de la desconfianza. Él me ayudó a aceptar mi pérdida  y me ayudó a sentirme feliz e ilusionada de nuevo. Como nunca me había sentido en mucho tiempo. 

14. Conocí nueva y mejor música, la cual aparecerá en este increíble blog. Eso incluye a Titán y su Dama, además de Gary Numan y de Siobhan Fahey. 

13. Me veo en un futuro mucho más feliz de lo que soy ahora, me veo como una persona que merece cosas buenas (sea lo que eso signifique). Y tengo que trabajar por mi felicidad, porque eso es lo que quiero. Quiero el camino difícil y quiero que valga la pena. 

12. Quiero cuidarme un poco más. No siempre puedo cumplir mis promesas, pero se que puedo hacerlo. Es una deuda conmigo. 

11. Tuve la oportunidad de tener una tercera adolescencia. Muchos no tienen ni una. 

10. Tomé consciencia de lo afortunada que soy, pese a tanto odio y tantos imbéciles a mi alrededor. Y eso sé que nunca me lo podrán quitar: ni mis enemigos ni nadie. 

9. Tengo nuevas obsesiones: una de ellas es mi bienestar, otra la filosofía y el guión cinematográfico y otra más, el desarrollo de un proyecto que involucra el rock y la filosofía. 

8. Escribí una serie de televisión. Casi 38 capítulos. Cuando estudie guión la retomaré. Si, fue de mi experiencia en el mercado laboral y si, es de comedia negra y de humor ácido. 

7. Probé la langosta y comí el mejor salmón de comida rápida en Santa Fe. La langosta es superior al pollo y el salmón superior a la res. De esto derivé un chiste por el que me gané muchas antipatías, el cual es: tuve que comer ensalada de pollo en vez de la de langosta, como un animal. Obviamente, como tengo problemas del primer mundo, muchas personas que tienen problemas del tercer mundo no les agrado... Meeeh. 

6. Me di cuenta de que el tiempo es un lujo y que las personas que te quieren son algo más que tus amigos: son personas que te quieren pese a conocerte. Eso no se paga con nada. 

5. Supe que la filosofía puede ayudarme a cambiar mi vida de verdad. No sólo lo sabía por Alain de Botton, sino por Charles, maese Arroyo y el gran Arteaga. Ellos me han ayudado muchísimo. 

4. Compré grandes libros a precios económicos. Recomiendo seguir a Paco Ignacio Taibo II en los tianguis de libros Para Leer en Libertad. 

3. Logré ponerme al corriente con mi blog y con la producción de contenido. Sé que es muy alto mi propósito, pero en verdad quisiera hacer una especie de Wisecrack mexicano. Vean y consuman Wisecrack, aquí la liga: https://www.youtube.com/user/thugnotes 

2. Aprendí sobre manualidades, sobre el mercado laboral y sobre las personas. Las tres son una basura, pero te ayudan en algo. 

1. Tengo nuevas secciones y lo más seguro es que haga mejor las que ya he trabajado. He aquí una probada de lo que viene: 

Argumentos en todas partes. 
Lectura de Situaciones, en especial con consejos para pedir trabajo.
Divulgación Morbosa
Libros de divulgación, de 10 en 10. 
Temporada de Óscares
Charlie Brooker, un filósofo. 

Yo si te quiero 2016, en especial por Julián y por el bendito internet. Felices fiestas les desea The Good Philosofellas. 



Un 2016 de mierda

En todos lados aparecen listas, pero ninguna como la mía... en donde relato lo peor que me pasó en el año y lo contrasto con lo mejor. 

Este fue un año raro... no digo que fue peor que en 2013 (un verdadero año de mierda en mi vida). Pero fue un año agridulce. Digamos que me di cuenta de que la realidad está allá afuera y que no puedo escapar de ella. Además de que todos son una amenaza y que soy una persona muy odiada, por mucha gente, incluso por gente que no tiene ni idea de quién soy. 

Redefiní mi relación con la verdad y es que la verdad poco importa: lo que les digas a la gente que no espera nada de ti y que te detesta de todas formas; las personas creen lo que quieren, creen con su entraña y su furia y sólo desean verte en lo más bajo. Pero lo que se dicen para continuar con sus miserables vidas es peor que lo que te dicen a ti. 

Sin más, tengo que sacar esto de mi sistema: 

23. Me corrieron del trabajo: fue una conspiración (sí, así de importante soy), entre la sobrina idiota del dueño y la lacaya aún más idiota. Hubo de todo: clasismo a la inversa, prepotencia, envidia, pasivo-agresividad, amenazas hipocresía, amargura a los 22 y a los 30 años, además de un montón de caca que les salía y que por fortuna, me quité para evitar el crayolazo. Honestamente, solía pensar que no era una mala idea, incluso llegué a admirar al jefe. Pero cuando vi lo naco que era y lo innecesariamente complicado de su idea, pues como que me dí color de por qué fracasaba. 

No quiero volver ahí. Por mucho tiempo los detesté, pero no voy a cambiar lo que soy ni voy a cambiarlos a ellos. Además de que no tendrán mis pensamientos ni mi odio. Para odiar a alguien tiene que tener una mente maestra. Y, honestamente, calumniar a alguien, causar lástima y creer que le agradas a la gente, me suena a una persona deprimente, con demasiada ira en su ser y con demasiada prepotencia. No quiero eso para mi. Yo no soy tóxica, ni estoy amargada, pese a que fui la parte agraviada. 

Lo único que me dolió fue ya no recibir mi pago de 2500 por ver películas, comer comida rápida e irme en taxi en días lluviosos. Me dolió no recibir un gel de baño para navidad y no poder comprar más cosas de Silverio o Titán. Me dolió no ganar el varo más fácil de mi vida, pero la verdad es que me ven como si fuera una especie de capitalista acaparadora. Y como que les da envidia y cosa mis privilegios. Así ni como hacerle contra las jodidas y jodidos. 

Y aclaro, mi acepción de jodidas y jodidos no tiene nada que ver con la riqueza: mi ex jefe era naco y medio jodido, porque era dueño rico y empresa pobre. Tuve otro jefe jodido con empresa jodida y compañeros jodidos, que si bien no tenían la gran carencia, eran bien resentidos sociales y querían siempre un trabajo mejor, pero sin miras a lograrlo. 

22. Me di cuenta de que en las plazas comerciales hay tres tipos de personas: 

a) Gente que terminó (o no) la prepa.
b) Gente que tiene verdaderas necesidades
c) Gente que sólo quiere usarte, de alguna forma u otra. 

Fuera de ese nivel, yo era la única con estudios y que no necesitaba trabajar, en primer lugar. Pero siempre me enfrenté a ese resentimiento y mala vibra de esos pocos. Porque de esos pocos son de los que obtenemos servicios. 

21.  Me dí cuenta de que la relación con mi familia fue como una película de guerra: lo que más dolía no era que se cayera el mundo. Duele la incomprensión, el poco apoyo y lo muy resentidos que están contigo de hace como 8 años. Se burlan de ti, te dicen que lo superes, pero ellos no son capaces de superar, ni mucho menos hablar, contigo. 

20. Muchas veces me desperté odiando a los que me hicieron daño, estuve un rato hibernando, distrayéndome siempre para no afrontar la realidad. Pero abracé mi absurdo y se que jamás dejaré de ser quien soy: una hija única, consentida, que  juró que nadie se metería con ella. Y que quien se la hace, se la pagará. 

19.  Mis celebridades favoritas murieron este año - Exclamé junto con otros 100 000 000 millones de personas. Neeeeeeeeeeext! 

18.  Me redescubrí y acepté como una persona inteligente. Lo cual me traerá, me ha traído y me seguirá trayendo un chingo de problemas en mi vida. Sepan que aquello que los persigue, no les dará tregua hasta que hagan algo, es una promesa. 

17.  Nadie acabará con mis groserías, ahora diré más que nunca. Las digo porque eso es mejor a hacerlas sin decir verga, pinche, pendejo, popo, caca, chichis, pelos, agregue la favorita. 

16. Me dí cuenta de que los pendejos ganan bien fácilmente: juntan a los resentidos y se unen cuan Leviathan a darle en la madre a un fuerte. Observé las fallas de la democracia, la estupidez del sesgo de género, la idiocia de una personas resentidas. Muchas veces quise terminar con todo, cuestioné el sentido de todo, pero sé que habrá una venganza o al menos que encontrarán su castigo. 

15. Perdí muchas cosas: relaciones importantes, trabajo, tiempo, cuan Hillary a Trump, osea, en contra de pendejos. 

14. Supe lo que era estar resentida, osea, me convertí en muchos de mis enemigos. Aquellos que quieren verme triste. Ganaron una batalla. Pero yo no he perdido la guerra. 

13.  Me dí cuenta de que no tengo mucha salvación, pero la salvación que ocurre es personal y dificilísima. 

12. Supe que el mundo está listo para destruirte, en especial si no tiene motivos para hacerlo. Toma una pequeña parte de ti y mediante eso te juzga. Eso se llama snobismo. Agradezco a Alain de Botton el término. 

11. También supe que mucha gente que dice que es tan feliz, con su familia perfecta, con su casa, su trabajo, su novio y toda la gente que la quiere... sorprendentemente, está llena de odio y odia la diferencia y al genio de la multitud. Y siempre quiere desquitarse con las personas que no tienen nada... honestamente, creo que tampoco tienen todo en primer lugar, creo que la idea de la felicidad siempre difiere con la de la vida perfecta. Eso es aterrador. Lo que me lleva a: 

10. Por desgracia, ni un hijo, ni una pareja ni los reconocimientos logran llenar el vacío de esas personas. 

9. Y esa gente es el 98 por ciento de la población y está en todas partes. Es la peste de Camus y la roca de Sísifo. Son el infierno en los otros. Y si, varios filósofos existencialistas tienen razón. 

8. Tengo que buscar ayuda para manejar todo esto. No quiero que me lleve la chingada como a toda esa gente. Es demasiado odio y eso se va a donde menos quieres. 

7. Mis obsesiones han crecido, en especial si se mezclan con anhelos. Y eso es muy triste. 

6.  Veo que una vez que las personas se meten en un patrón tóxico, es como si tuvieran una adicción. Lo cual es triste y decadente para la gente en quien lo he visto. 

5. Creo, como Dante, que hay muchos hipócritas, pero que no alcanzarían los círculos del infierno para castigarlos a todos. 

4. No volveré a confiar en mi madre nunca jamás. Es triste, pero en este año confirmé que me ha detestado en secreto y que además, nunca se arrepintió de sus puntos de vista anteriores. Ni cree que esté equivocada en algo. Tengo que largarme de ahí.

3. Y creo que las personas me perciben como una especie de persona egocéntrica. Pero no las escuché porque estaba atendiendo mis necesidades. 

2. Me atrasé en mi tesis, un poco, pero por ese poco, perdí oportunidades. 

1. Ah, y muy importante: los patrones abusivos y clasistas quieren a alguien que les regale los mejores años de su vida, para después echarlo con miles de reclamos porque encontró a alguien más estúpido, menos problemático y que le cae mejor (sea lo que esto signifique). Y después darte una patada en el culo porque nunca tuvo los huevos de decirte que no la primera vez que falló la relación. Así, es comprensible que mucha gente, se case con su trabajo: es el balance perfecto entre la rutina, la toxicidad y el odio. 

Parece un matrimonio, pero no lo es, es el trabajo gente. Es igual que todo. 

Y es fácil deducir por qué la gente con talento, inteligente e íntegra se encuentra sola y desempleada. 

Feliz Navidad a todos, mierda. 

martes, 13 de diciembre de 2016

De los abusos de la simpatía

Me dijo una estúpida que poco se podía hacer en la vida si no se tenía la simpatía de alguien. Que no hay ninguna buena señal en ello cuando eso sucede. 

La miré con lástima, puesto que era una estúpida.  

La simpatía es necesaria obviamente para nuestros amigos, un poco los conocidos. Pero colegas de trabajo, jefes, alumnos, maestros, familiares, incluso ídolos, no lo es tanto. 

La gente piensa que es un argumento de peso, cuando lo único que hace es encubrir sus inseguridades, su estupidez, su cerrazón y sus complejos. Cree que la simpatía es un boleto mágico para mejores oportunidades, cree que es buena cuando les toca a ellos y mala cuando les toca a gente que no la merece. Cree que es un orden de las cosas, de sus cosas. 

Pues esta idea es una estupidez. Porque muchas de las ideas del mercado laboral tienen como motor la necesidad, la producción, el acaparamiento, el llenar espacios (sin importar si estás capacitado o no), la suerte, los contactos, aunque parezca que siguen el razonamiento, sólo siguen ese orden. 

Es la corte de la opinión pública. 

Y en la opinión pública encontramos la entraña, el apelar a los sentimientos, la manipulación, las creencias, la irracionalidad, la idiocia, la venganza y la injusticia. La opinión pública es una ciencia tanto como el filósofo de Guemez es un catedrático de Stanford. 

Y la gente no sabe a menudo por qué está tan enojada: arguye que es un primer momento en el que caíste de su gracia, pero sabes que hay más, y sabes que se une al odio de otros resentidos. Una vez que su mierda huele igual, lo mismo se alimentan de ella que la consumen. 

La simpatía tiene sus abusos cuando ocultamos un complejo que tenemos disfrazándolo de justicia. Si, creemos que somos nosotros los que vamos a castigar, a enseñar, a juzgar, cuando sólo extendemos que nosotros mismos somos los que estamos aterrados, los que no vemos más allá de la diferencia. 

La gente que busca simpatía siempre quiere reconocimiento por cosas que no son de ellos: presume de amigos que no tiene, relaciones caducas con gente para la que no es importante más, dice que administra dinero que no gana. Presume siempre, siempre tienen abierta la boca, pero vacía la cabeza. 

Veamos el caso inverso: cuando ellos no son los favorecidos por la simpatía, la cual no es una moneda de cambio, son profundamente irritables, profundamente hostiles. Creen que la simpatía no se la ha ganado el contrincante y quieren el crédito ellos, sin hacer nada para ganárselo. 

La simpatía se da o no se da, pero no es una condición sine qua non para el desarrollo de una persona. Si yo le caigo mal a todo un salón de clases, es obvio que siempre me sentiré fuera de lugar, menospreciada, hasta agredida, pero si he de tener necesidad de estudiar e ir ahí a la escuela, no puedo escapar de ello. Tendrá que dejar de importarme. 

Y recientemente, vemos lo que pasa con personalidades del internet o protagonistas de chistes o de memes: ellos viven de la simpatía, lucran con su simpatía, pero la diosa, al igual que la Fortuna, es caprichosa. Un día te sonríe, al otro te escupe, al otro no se acuerda ni de ti. ¿En serio creemos que es rentable vivir de la pura simpatía? ¿En especial cuando la gente percibe que tenemos nula con otra gente? 

¿Qué pasará cuándo la broma pase, cuándo tengamos que trabajar para demostrar que somos algo más? ¿Qué pasará cuándo sepan que somos un fraude? ¿O cuándo ya nos hayan usado y dejado de lado? 

Ante estos abusos, yo he encontrado que lo mejor es el trabajo. Ante la incomprensión, la dictadura y la intolerancia. Ante esa injusticia que la mayoría cree que es justo. Porque el trabajo no se puede anteponer a la popularidad, sino que es un vehículo para mantenerla. 

¿Han presenciado un abuso de la simpatía de este tipo? 

jueves, 8 de diciembre de 2016

Titán o lo que es la distinción

Y que veo los Premios Fénix, no por una cuestión cinematográfica, sino porque iba a estar Titán. Y porque quería ver a Julián en una alfombra roja. 

No tengo un interés en muchos de los que hacen esos premios, he visto que no ayudan a la industria ni son relevantes, pero la idea de ver a Titán me entusiasmaba de sobremanera. 

Pero, sépanlo de una vez... lo arruinaron todo. 

Por principio, fueron como una película de arte: aburridísimos, lentos y pretenciosos. Los números musicales, salvo por los verdaderos artistas, eran de no creerse: gente desafinada, mal sonido, pésimas elecciones para duetos y la elección de las peores canciones para hacer homenajes. 

¿Por dónde comenzar? Hicieron un cover, en español, de Sexy M. F. de Prince, pero la verdad sin la sensualidad ni el ritmo de la canción misma. No es que quiera meter a huevo a Titán en todo (bueno, la verdad si, los tres echan fuego) pero ¿han notado que Jay de la Cueva tiene un falsete increíble?  ¿Han notado que podría cantar mucho mejor que cualquier banda que pongan y que además SE PARECE a Prince? 

Ahora bien, tenemos unos grandes músicos, como Titán porque ellos TIENEN ENERGÍA, lo que muchos de esos artistas que invitaron no tienen. ¿Por qué no haces algo interesante con ellos? ¿Por qué dejas pasar la oportunidad? Venían frescos del Dama, del presentarse en el Plaza... No lo entiendo. 

El dueto entre Adrian Dárgelos y Catalina García fue de lo mejorcito, pero honestamente era porque lo llevaba Dárgelos. El dueto entre los insufribles Adanowsky y León Larregui era simplemente malo, no era para nada tan malo que era bueno, era simplemente malo. En serio.

Y hay más: el dizque homenaje a Juan Gabriel por gente que NO CANTABA, ni siquiera se sabían bien la letra y después les pusieron a un rapero... ¿Por qué Dios, por qué? 

Y lo más difícil de la noche: Corazón.

Bueno, tenías a Titán, a tres actrices, la nueva versión y a ellos desempacaditos del Plaza. ¿Qué podría salir mal? 

TODO: hicieron que me dolieran los ojos y el gusto. 

Para empezar, la canción sólo dice  cosas: 

Corazón, mi corazón 
Yo te quiero, mi corazón 
Yo te quiero, mi corazón 
Corazón, mi corazón 

Solamente es un coro, no es un coro en donde se tenga que improvisar ni dar el do de pecho. Es SEGUIR UN CORO. Entonces, una de la actrices quiere dar notas altas y cantar como si fuera What about love, de Heart. Además como que sólo era seguir una canción y bailar y eso como que lo hicieron mejor las del primer video. 

Para que tu hermana te supere y eso que fue hace 17 años, debería ser un momento de cuestionarse sobre tu carrera, Ana de la Reguera. Y esas dos artistas ¿quién las puso? ¿por qué creyeron que eso nos gustaría a los fans de Titán? Esta fue una prueba de que un buen trabajo musical puede ser arruinado con cualquier trabajo incompetente. 

Y era triste: la masa creyendo que se apropiaba del trabajo de tres buenos músicos, cuando en realidad se celebraba a ella misma. Como si Titán fuera un grupo de broma o como si cualquiera pudiera cantar corazón. Hasta los videos de broma de Titán nos traen reminiscencias a los Beastie Boys, a Spinal Tap, a lo campy de los setentas. Eso no fue para nada gracioso, ni memorable, ni siquiera adecuado. 

Dejaron pasar la oportunidad de un buen musical. 

Y en la alfombra roja les preguntaron sobre la moda, sobre si iban coordinados, cuando se supone que la moda es la representación del mundo interior del individuo: ¿es que acaso ignoran que ellos son unos rockstars, que no necesitan parafernalia porque ellos son el show? ¿Habrán notado que ellos representan cosas diferentes porque son músicos diferentes que funcionan aún con todo lo que han sido? 

Fue la alfombra de Julián Lede, quien por cierto en todas las fotos su nombre estaba mal escrito. ¿Es tan difícil escribir bien su nombre? Si no aparece Lepe, aparece Lade, o Julián sin acento. ¿Por qué? 

No se que me enojó más: no poder verlo en la alfombra, porque eso si, cuidaban como si fueran los Bafta, o no poder verlos en toda su gloria, como cuando los vi en el plaza. Ciertamente, esto no es culpa de la banda, pero la verdad los hicieron ver como amateurs. O como grandes músicos, pero sin los grandes acompañamientos. Algo faltaba, algo no estaba bien 

Sin más, ocurrió lo mismo con las Lunas: sólo querían que hablaran de ellos, sin importar si era buena prensa o mala prensa. Pero la buena prensa IMPORTA, y esto es porque están sujetos a una industria y porque esa industria puede ayudar no sólo a la difusión de la cultura, sino a que entre dinero y varias personas se vean beneficiadas. 

Aunque a veces me da la esperanza de ver a Julián fuera de su entorno, creo que no es muy probable que vuelva a esos eventos... además de que ninguno le hace justicia, es divertido ver cómo Silverio incomoda y como Julián se mueve como pez en el agua. Pero la verdad es que no fue nada divertido ese ambiente, incluso con su presencia y su imán. 

Y si, admito que lo imaginaba de traje o de fracc, pero sólo era una fantasía (fetichista) personal. 







Documentales deprimentes

En los documentales no hay un filtro sobre la realidad como cuando lo tenemos con las películas. Aún en las películas hay esperanza de que las cosas no sean como son. Hay un mundo posible en donde podemos confrontar mejor la realidad. 

He analizado algunos documentales, a manera de lista quisiera llegar a una desoladora conclusión: el fenómeno llamado "La Tragedia de la Pornografía" es cierto, es correcto epistemológicamente. 

La tragedia de la pornografía es el hecho de que lo que deseamos, aunque pueda representarse, no tiene una conexión con la realidad. Un ejemplo es el porno: una persona puede ver los actos más extremos, más difíciles y satisfactorios de realizar, y eso le puede dar una cierta realidad a sus deseos... una realidad representada en un imposible. 

Pero el argumento de la pornografía también se extiende a lo emocional: uno puede tener el lavado de cerebro que quiera, observar cómo se ve materializado su deseo y tener un orgasmo con esas sensaciones. Una cinta romántica puede ser pornografía emocional para mujeres tanto como una película de acción para hombres. 

Son imágenes imposibles del género humano: tanto en su circunstancia como en sus sentimientos. 

Sucede que he clasificado los documentales por ideas, sordidez y por la forma en que son presentados los datos. No digo que los documentales sean buenos o malos, pero digamos que producen ideas de culpa, desolación, cuestionamientos internos y, por supuesto, motivan la investigación filosófica. 

Así pues presento mi clasificación de los documentales deprimentes: 

5. Biografías y vidas. Hace poco vi el documental de Gary Numan. ¡Qué pedazo de hombre! Qué pedazo de músico, en serio. Los documentales de Biografías y vidas, al igual que los libros, describen a una persona, pero también logran dar una lectura sobre la naturaleza humana en una instancia particular. Aunado a esto, muchas veces se humaniza al personaje en cuestión, se le despoja de su misticismo, pero hace que uno tenga otra óptica de ese ejemplo de vida. En el caso de Numan, nunca pensé que era un hombre amoroso, hogareño y con un talento fuera de este mundo. Recomiendo vidas de filósofos y Gary Numan: Android in Lala Land

4. Cambio climático. Estos documentales muestran algo aterrador y terriblemente devastador: El Futuro. Y suena desolador, se ve peor de lo que pensamos y es peor de lo que pensamos. Lo peor de todo es que es gracias a nosotros y a nuestro desmedido egoísmo. Recomiendo el documental Before The Flood y La Era de la Estupidez

3. Bullying. Por desgracia, estos documentales me enferman, porque confirman una tesis que ya se ha dicho y se ignora: el bullying depende de un sistema, se alimenta de él y sobrevive por él, además de que es más fácil creer que es culpa de la víctima en vez de cambiar ese sistema enfermo y asfixiante. El bullying nunca se acabará porque está solapado por las mismas autoridades que deberían protegernos. No los recomiendo, son muy tristes. 

2. Religión y sus derivados. Si no es un exacerbado fanatismo, es una especie de burla y de argumentación en donde, si eres creyente, eres estúpido, retrógrada y ciertamente antidarwin. Quiero creer que la ciencia también ha contribuido a ese fanatismo, pero nosotros como creyentes, también hemos sido necios, prejuiciosos y terriblemente intolerantes. Recomiendo Religulous, Los enemigos de la razón y Jesus Camp, sobre el fanatismo en las mentes de los más jóvenes y la manipulación hecha mediante la fe. 

1. PORNOGRAFÍA. Si, de los documentales más tristes, deprimentes y reales son los de la industria Porno. Uno conoce demasiado sobre esa industria y es algo aterrador. Dejemos de lado la tesis de que el fascismo reside en el cuerpo... dejemos de lado la distinción inicial del ars erótica y de la scientia sexualis. Los documentales sobre el porno hablan de enfermedades morales y físicas de sus principales actores. Muchas de las actrices son exhibicionistas, alcohólicas, vienen de hogares rotos y se han enfermado de ETS. Hablan también, de lo complicado que es tener sexo, aún cuando tengas buena pinta y seas lo que los hombres desean (cualquier cosa que eso signifique). 

Por desgracia, quisiera que el panorama fuera brillante en cuanto al porno, quisiera que ese glamour, esas horas de satisfacción y de buen sexo se reflejaran en la vida de las estrellas porno, pero esto no es posible. Porque a menudo son un medio para un fin monetario y pocas veces se protege su dignidad. 

Recomiendo Hot Girls Wanted, Naked ambition: An R Rated Look at an X Rated Industry, After Porn Ends, uno de la BBC llamado I date my Pornstar y el de PBS, American Porn. Todos, muy deprimentes y que obligan al cuestionamiento. 



viernes, 2 de diciembre de 2016

Titán o los rockstars generosos

La filosofía viene del Thauma (asombro), de la misma filosofía he sacado que la vida no tiene música. Fenomenológicamente, nosotros decodificamos los sonidos. Tal vez sólo existe en nuestras cabezas, tal vez sólo hay ruido y vacío. Nosotros inventamos la música: le hemos dado métrica, la ejecutamos, la estudiamos y la veneramos. Pero la vida no tiene música. 

De vez en cuando hay señales que nos permiten volver al origen. Un grupo que tenía algo así como un video extraño, era algo que no había visto: se contorsionaban y filmaban sus caras. Tenían tres trajes azul pastel y camisas de escarola, bailaban un break dance extraño, además de que tenían un encanto especial con la cámara... no todos, uno de ellos. 

Ese joven, de cabello negro, fue el que más se quedó en mi memoria. Además de que fue el que reconocí en la ropa de una de las chicas, las que hacían los coros de la pegajosa canción. Estaba en el chaleco de la que después reconocería como Ali Gua Guá, de la banda las Ultrasónicas, con su sonrisa tan luminosa y su bigote. 

Después, me enteraría de que fue el productor del disco Forever Alone, de la misma guitarrista. 

Ese joven regresó a mi, en una de las coincidencias que hacen la vida. Le perdí la pista después del 2000 a 2010, pero cuando lo volví a ver, en una forma menos racional, supe de lo que me estaba perdiendo. 

Sentí lo que sentía Jay Gatsby cuando pierde a su amor, Daisy: mi vida se había vuelto caótica, desordenada y gravosa. Pero ahora quería volver al origen y quería recuperar el pasado. A él y al pasado. 

Y así, mi enamoramiento y mis obsesiones comenzaron. 

De ese video de los noventas, de la entrevista que dio Jay, cuando declaró que todos pensaban que Titán era un grupo de mujeres, y que cuando pasaban a ellas les pedían los autógrafos y se tomaban fotos con ellas, me dediqué a buscar todo lo que había pasado con ellos. Porque nadie sabía quien era Titán. Salvo sus verdaderos fans. 

Después conocí a María Daniela. Había otra parte que era el Sonido Lasser: un chico con chinos y con unos lentes negros. Siempre tenía esa expresión dura en la cara, como si fuera un elemento más. No sabía que era uno de los chicos de ese video, el que pintaba huevos a la cámara y hacía caras graciosas. 

Finalmente, recuerdo a uno, era el que menos recordaba, porque tenía una relación ambivalente. Como buena purista del rock DETESTABA a Moderatto, al grado de odiar lo que representaba, a sus fans, a sus campañas publicitarias, a la forma en que pretendían creerse Spinal Tap. Sentía que había un analfabetismo musical, lo que eso sea que signifique, que permitía que hubiera Moderatto, era un motivo estúpido, pero jamás los vi como Rock. A mi me parecían la anomalía, el contraejemplo, el retroceso, la extrapolación. 

Pero yo sabía que él también era especial: porque él me lo mostró. Supe que antes era El Baby Rock, que su papá mezclaba en su educación sobreprotección y ensayos con su banda, Microchips. Él, había nacido no sólo para tocar, sino para estar en esa legendaria banda. Él viajó por el mundo con ellos. Y cuando escuchó el llamado, simplemente lo supo: su lugar era ahí.

Cuando los conocí, sólo pude hablarles de filosofía, racionalizando, con mi nerviosismo habitual. No tenía nada más, sólo la música, la idea del rockstar como arquetipo y la tesis de la sexualidad como actos performativos. Un ejemplo era el rockstar. Con ellos lo había comprobado: nadie que se vista como Julián tendría su imagen, nadie que quiera imitar a Emilio copiaría su esencia, aunque comprara sus mismos lentes y su gorra. Nadie podría vestir un pantalón ajustado como Jay. No serían jamás como ellos. No se sentiría así. 

Cuando ellos están alrededor, se observa lo mucho que han trabajado, no sólo sus personalidades, sino que han perfeccionado sus técnicas. Cualquier invitado que tengan en sus canciones nunca los opaca: sino que los lleva a su máxima potencia. Nunca había visto algo igual: tres hombres que sabían lo que hacían, que tenían comiendo de su mano a su audiencia. Que si ellos hubiesen querido, podían tocar lo que quisieran: porque cada pieza ha sido manufacturada con precisión, cada pieza es un recuerdo de todo lo que ha alcanzado el filtro, de lo poderosa que es la música y la memoria. 

Reconozco que son tres personalidades fuertes, esto fue así porque, casi siempre admiro a a Julián Lede con embeleso. Pero ahora, verlos a los tres, saber que fueron lo mejor, que lo que han asimilado lo saben proyectar en escena, me hace mirarlos como una unidad. En donde todos son talentosos, han madurado y han sabido dialogar con el tiempo: hacen lo que a ellos les gusta, sin repetirse o autoparodiarse. 

Desde ese video, mi búsqueda fue furiosa: buscar todos los discos, buscar en las páginas de compra online, buscar la camiseta de la calavera diseñada por Amorales, buscarlos a ellos y sus proyectos, ir a esos eventos, para compartir un poco de su gloria. Buscarlos en la madrugada y leer cada entrevista, coleccionar cada foto. Ver hasta tres horas de sus videos, entrevistas y programas. 

Era como si, al volver al pasado, me reconciliara conmigo. 

Un cumpleaños por fin supe que volverían y agradecí este año y agradecí que estaba viva. Mis sentidos asimilaron cada pieza, cada obra y además observé el tamaño de músicos que son. Era lo más cercano al rock, porque nunca lo había experimentado así, con esa potencia, con esa destrucción y esa fuerza animal. 

Cuando tocaron Hel. L. A. fue un sonido casi espectral: era de no creerme lo que estaba viendo, además de que cuando ellos salían el escenario se hacía pequeño. Tenías que verlos a todos para darte cuenta de lo que pasaba. 

Y tocaron P. E. C. una pieza inexplicable que conjunta lo que es Titán: algo que no puede interpretarse de forma ortodoxa, y cuya inventiva nunca terminará. No caía en cuenta de lo que pasaba: estaba viendo a Titán, en todo su esplendor. 

No era algo abstracto, no eran datos para hablar de cualquier cosa. Eran semidioses del rock. Una energía que descendía de sus cuellos a sus camisas. Que se veía en cómo tomaban su vaso rojo, cuando tocaban una pentatónica, la batería o el piano. Cuando se paraban, parecía un universo aparte. 

Y a eso, asestaron varios golpes más: King King, Soldado, Sangre, Arahant, Space Chemo, Odisea 2001, Corazón, Dama Negra, Tchaikovsky, El Rey del Swing (con baile ritual y todo), She Likes the Music, Apache, 1, 2, 3, 4 y Dark Rain. Abrieron con Himno

Sólo los que saben de música, sus reglas, pueden deconstruírlas y pueden integrarlas en algo que suena mucho mejor. Sólo alguien que sabe de estructuras y que tiene conciencia de lo que hace, podría hacer lo que ellos, en aquel escenario que no abarcaba su personalidad. 

Julián es la visión de un hombre que no sólo es un rockstar, es la irracionalidad y la fantasía. Parecía una escultura con su guitarra. No pude verlo todo, porque también tenía que observar a Jay y a Emilio, pero miraba sus manos, cada acorde, cada bajo. Era como si tomara una instantánea de cada movimiento que hacía. 

No sólo es un enamoramiento, es la apertura de un mundo, la aceptación de los propios deseos y anhelos. Lo que uno espera de la vida: son ellos, porque uno era quien quería ser de esa forma. Y sólo así encontraría su respuesta. 

Empecé a comprender más la filosofía, la imagen del rockstar más allá del sabio, la conciencia musical heredada y reinterpretada, las vanguardias en el arte. La idea del artista y la imagen del genio. 

No sólo fue el haber visto a tan formidables invitados Church, Siobhan, Egyptian Lover, el mismo Numan en proyección. Era verlos a ellos: con toda su vitalidad, toda su presencia y la forma en que hacen música. Ellos abrieron mi mundo y me convirtieron al suyo: con todas las referencias, sampleos y armonías que eso conlleva. 

Ellos me cambiaron y me dieron la buena nueva, me han hecho buscar otra música, han despertado mi fe en el rock, si es que algún día la pierdo. Y me han asombrado tanto como al leer un filósofo. Pasé el umbral sólo para ver la luz. El sonido y la luz acentuaban su imagen y sus múltiples talentos: eran una visión divina y extraordinaria a la vez. 

Tal es lo que me han dado, de forma generosa. 

Titán, en el plaza Condesa, 1° de diciembre de 2016. #TitánNuncaSeFue. 

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Dos desconocidos en negación

Conocí a un hombre rico cuyos negocios no funcionaban. Con un tiempo de distancia puedo decir que no eran tan malas ideas... pero que estaban mal ejecutadas. Siempre lo diré, sabía hacer varo.

Recuerdo a un amigo de ese hombre, él también sabía hacer negocios y siempre le daba consejos que pasaban desapercibidos. El hombre sabía lo que quería hacer y siempre, tenía que salirse con la suya. 

O bien, según decía una cosa y hacía otra: no soportaba pasar desapercibido, ni que la gente no le rindiera pleitesía. Vivía en una especie de burbuja, en donde no existían los otros, ni la pobreza o la incompetencia. Así es. 

Conozco a otra persona más o menos igual, pero pobre... clasemediera, que siempre busca por aquí y por allá aunque le digan que no. Y siempre es así: se pelean con ella, y después de ese gran pleito, tiene que estudiar y trabajar, poner tierra de por medio, para después renunciar y entrar a ese espiral de violencia. 

También vive en una burbuja y hace lo que quiere: no hay pobreza, porque no la ha sufrido, no hay más que libros, restaurantes y dinero. Adora ser egoísta... le han dicho inestable, inmadura, egocéntrica. Cosas que ve como su verdadero potencial. 

Además de que comparten la poca empatía que tienen hacia los demás. La vida tiene caminos diferentes para personas con las mismas creencias. Es curioso lo que la filosofía tiene que ofrecer para algunos cuantos. 

Ambos parece que leyeron a Ayn Rand: Se enojan cuando las cosas no salen a su manera. Son tan cretinos como los que critican. Creen que tienen razón en todo. 

Recuerdo que ese hombre hacía lo que quería... tal vez yo me proyecté en lo que quería ser y en lo que realidad soy: una persona terrible, que hace lo que quiere. Tal vez por eso, no ha sido que olvide su presencia. Tenemos mucho en común, lástima que nunca nos conocimos. 

Y es que es una parte de mi que no he resuelto del todo: cuando tenga mi burbuja ¿seré capaz de reventarla? ¿Seguiré viviendo en mi negación, creyendo que lo que yo he hecho está bien? ¿Siempre será así? ¿Cuándo se me va a quitar? 

Mi negación recae en que sigo pensando que no necesito nada, además de que nunca he hecho caso de lo que la gente percibe de mi. Honestamente, rara vez me he parado a pensarlo. No es que sea muy segura, ni mucho menos. Es que como que la gente nunca ha sido un criterio a considerar, es como un ente abstracto, que ni tiene razón ni se equivoca. 

Finalmente creo que hay pocos días para terminar mis proyectos. Sin embargo, con el poder de la negación uno puede autoengañarse, determinarse, creer lo que quiera y tener por seguro que acertará, sin tomar en cuenta el maniqueísmo estúpido de las personas. 

lunes, 28 de noviembre de 2016

Consideraciones sobre la violencia

Hay un supuesto es metafísica y científicamente comprobable: hay violencia en la naturaleza. Esto es que hay una fuerza mayor en la naturaleza, que irrumpe y que no se detiene, que destruye todo y despoja a cualquier especie de autonomía. 

Se representa como mal natural: una tormenta, una pandemia, un terremoto, un tsunami... a veces lo identificamos con un depredador que devora a su víctima, o al menos la ataca. 

A menudo es un argumento sobre la supremacía de los más aptos, de los más fuertes. Podemos derivar que si pierdes contra la violencia es que eres el más débil, el que no merece. El que tiene que ser destruido. 

También podemos concluir que... si una persona es violenta es porque la naturaleza es violenta. En esto consiste la falacia naturalista, pocas veces se apelará a la razón, pocas veces se puede ser pacifista cuando la violencia es cruenta. 

Aunque es una válvula de escape, la violencia también desmoraliza. Uno podría ser adicto a la violencia, pero como toda adicción cae en la decadencia. Las personas necesitan más, necesitan su poder, necesitan intimidar, humillar, disminuir. 

Cuando la violencia es adictiva, no es una cuestión psicológica o la toma de medidas drásticas, algunas veces justifica más violencia y la hace necesaria, útil, no hay posibilidad de escapar. Necesitamos una fuerza más grande, para vencer a una fuerza poderosa. 

Se esconde en la vergüenza, en la pobreza, en la injusticia y es fuertemente motivada por el odio. Es un fuerte catalizador de cambios, pero también deja un rastro de destrucción. ¿Habrá algo de arte en la violencia? 

Y es un tema espinoso, tanto que por eso es abstracto: hablamos de sus dolorosas consecuencias, del duelo, de los costos estimados en disturbios, de la metodología para salir o entender el sufrimiento, pero cuando la vemos, es o dejarse llevar o ser una víctima inevitable. Es la esencia de la tragedia.

Pero ella, como un monstruo que nos traga, ya nos ha hecho sentir sus efectos, ya no está en nuestro poder resistirnos. Ya somos parte de ella y ella es parte de nosotros. Sin embargo, no podemos entenderla, pocos han emprendido este gran esfuerzo. 

Entender la violencia no sería una solución realista: hay algunos teóricos que ponen énfasis en las medidas punitivas, en las consecuencias, en no olvidar jamás. Pero esto es parte del concepto abstracto que tenemos de la violencia. 

Es demasiada la violencia, que su negación sólo hará que se perpetúe y que siga sin tener las consecuencias que merece. Por desgracia, no se puede detener, es intempestiva, es una fuerza, está en nosotros. Creo que lo único que podemos hacer es tratar de contrarrestar sus efectos, o tratar al menos de reconocerla. Porque, con pesimismo, creo que nunca se acabará.